Océanos son el activo más valioso del planeta (pero están en peligro)
Los océanos sirven para el transporte comercial de todo el mundo, son una de las mayores fuentes de alimento y empleo, y ayudan a regular el clima del planeta. Sin embargo están amenazados por la contaminación, la sobrepesca y el calentamiento global.
Los gobiernos y las grandes empresas están tomando conciencia paulatinamente del gran valor de los océanos, pero deben unirse para enfrentar estas amenazas en los mares de todo el globo. El Banco Mundial viene liderando una iniciativa de este tipo.
Los océanos son el activo más valioso del mundo, según el Foro Económico Mundial, (WEF por sus siglas en inglés) y su capital natural es tan grande que representa un aporte anual de U$70 mil millones de dólares para el Producto Bruto Interno de nuestro planeta.
Los servicios que proveen los ecosistemas marinos representan un valor de U$38 mil millones de dólares anuales, como por ejemplo el oxígeno, del cual el 80% proviene de los océanos. Además, los mares funcionan como un almacén gigantesco de calor y carbono, básicos para regular el clima.
Los océanos llevan sobre sus aguas el 90% del volumen y el 40% del valor del comercio mundial, según el WEF. En cuanto a la alimentación, la pesca representa el 20% del promedio de proteínas per cápita de unos 1,500 millones de personas.
Por otro lado, pese a la escasa exploración de los fondos marinos, estos están en grave peligro porque las tres cuartas partes de especies marinas son explotadas hasta el límite o incluso más allá de su capacidad, según el Programa Mundial para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas.
Los mares del mundo sufren una combinación de depredación excesiva, contaminación y aumento de la temperatura y la acidez de las aguas. Por si fuera poco, los sectores petrolero y gasífero contaminan a su vez buena parte de los océanos del planeta Tierra y matan ecosistemas enteros.
Para preservar los océanos, que son la base de nuestra supervivencia, es necesario coordinar varias acciones globales, como reducir las emisiones de dióxido de carbono que vuelve más ácidas las aguas marinas. Defender las barreras naturales contra las tormentas, como los arrecifes de coral y los manglares y crear zonas marinas protegidas como reservas intangibles.
En la Cumbre de Nagoya, Japón, del 2010, los gobiernos del mundo estuvieron de acuerdo en proteger el 10 por ciento de los océanos del mundo para el 2020, pero el actual porcentaje de protección es de menos del dos por ciento, según el Banco Mundial.
Las Naciones Unidas recuerdan a todo el mundo que los beneficios de la naturaleza los damos por hecho, sin valorarlos. Es necesario entonces repensar la forma en que los negocios incorporen ese valor en sus balances, para evitar las prácticas destructivas actuales.
Información de Reuters. Versión, edición y traducción de Sophimanía
