El 2011 más de un millón de estadounidenses abandonaron sus suscripciones a paquetes de televisión por cable o satélite para pasarse a "emisoras digitales" como Netflix, Hulu o Amazon, que por el pago de una tarifa plana de ocho dólares permiten al usuario elegir "a la carta" y de forma ilimitada lo que quiere ver, cuándo lo quiere ver y cuándo lo quiere seguir viendo.

Es transmisión "streaming", por internet, pero fluida y en buena calidad de imagen. Tan exitoso es el nuevo sistema que se prevé que el 2012 serán tres millones y medio de norteamericanos que sigan el mismo camino, es decir un 3,6% del total de abonados a alguna forma de televisión de pago.

Esto confirma que la tendencia es fuerte y sostenida (desde el 2008). Actualmente Netflix ya tiene 21,7 millones de usuarios y su catálogo de series y películas va en aumento, tanto de las antiguas como de las nuevas. Y todas con opciones de subtítulos o parlamentos hablados en otros idiomas.

En Estados Unidos, el pago promedio del servicio de cable es de 74 dólares mensuales. Si bien se paga por un servicio 24/7, sólo consume unas 240 horas de televisión al mes, por lo que cada hora le saldría a 0.31 dólares, mucho más caro de lo que ofrecen las compañías de streaming.

Pero no todo se ve tan prometedor para Netflix y similares, ya que su éxito está haciendo que el costo de los derechos de emisión por internet suba rápidamente, a niveles que los ocho dólares mensuales de la suscripción no pueden pagar.

Y, por supuesto, las compañías de televisión por cable y satélite (Comcast y Verizon por ejemplo) no se han quedado de brazos cruzados y han comenzado a crear sus opciones streaming también, como Streampix y Coinstar's Redbox.

Estos nuevos servicios permiten ver series y películas de forma ilimitada, tantas veces uno quiera, pero con algunas reservas. Cada suscriptor tiene un login y clave que permiten un solo acceso a la vez. De igual forma, las películas no pueden ser grabadas en el disco duro. Pero estando siempre disponibles mientras tengamos una conexión, no se hace necesario tener que "bajarlas".

Información de ElPais.com. Resume de Sophimanía

Artículo original y completo (en castellano) aquí