Van Gogh fue el autor de un hermoso cuadro llamado Los Girasoles. Se trata de una pintura con un jarrón donde se aprecia quince girasoles, pero con una apariencia diferente a los girasoles comunes, lo que despertó el interés de los científicos. ¿Pertenecían estas flores a una variedad especial, o el artista neerlandés reinterpretó la realidad? Según la nota publicada en el último número de la revista PLoS Genetics, los girasoles pintados por Van Gogh serían mutantes.

Los girasoles, son en realidad un ramillete de flores unidas por la estructura de su base. Las que se muestran en el cuadro famoso, tienen una mayor cantidad de pétalos que las habituales.  La diferencia está en un gen, el HaCYC2c. Este gen, es el que da el aspecto de pétalo a las flores exteriores. Cuando se activa en la parte interior, se activan también varios grupos de pétalos, que dan  a la flor el aspecto que tiene en el cuadro.

Los investigadores que estudiaron las flores de Van Gogh, primero consiguieron distintas variedades de flores, de las tradicionales, como de las que tienen más pétalos. Usaron el método de Gregor Medel, para cruzar variedades y determinar si las flores con más pétalos forman parte de su carácter dominante o recesivo. Así descubrieron que esa característica de pétalo es dominante y basta con que aparezca en la flor, para que éstas tomen esa forma.

Es así que usando técnicas de genética molecular se pudo demostrar que en las variedades de girasol como las que pintó Van Gogh, el gen HaCYC2c está activo en muchas zonas, lo que permite ese aspecto que tienen en el cuadro. De hecho, es una curiosidad que “Los Girasoles” sean flores mutantes. Sin embargo, este hecho ha tenido repercusiones económicas ya que este tipo de flores son más apreciadas en el mercado.

Información de yahoo.com. Resumen de Sophimanía

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