El movimiento de los ojos será la contraseña del futuro
Una investigación realizada en la Universidad Estatal de Texas, ha llegado a la conclusión, mediante un estudio, de que no hay dos personas en el mundo que miren de la misma manera, y sugiere que la contraseña del futuro podría ser el movimiento de ojos único e irreproducible de cada persona. Con la mirada se podría ingresar en la computadora o al domicilio particular. Al rememorar todo lo que guardamos con una contraseña, que a veces puede superar el número de diez o quince contraseñas diferentes, como para el correo, Facebook, cuenta bancaria, y muchos otros, se piensa en las facilidades que pueda haber con una sola.
Ese mundo lleno de caracteres alfanuméricos puede ser invadido por cualquiera que realmente se proponga hacerlo. Existen también los lectores de huellas digitales y de retinas, pero un estudio reciente señala que el movimiento de ojos podría ser la mejor forma en las contraseñas del futuro. Esta propuesta se deriva del estudio realizado por científicos de la citada universidad. Al poner a dos personas frente a una misma imagen, ninguna de las dos recorrerá de la misma manera la escena con sus ojos. El trazado jamás será el mismo. Los ojos de cada persona tienen diferencia en su movimiento, y actúan como un reservado rasgo que los identifica. Los científicos indican que estos, no pueden ser imitados sin asistencia tecnológica que al día de hoy está lejana.
Hay que considerar que los sistemas de escaneo del iris han sido burlados sosteniendo una fotografía en alta resolución del usuario que debe ser detectado, pero el movimiento de ojos podría ser una solución a ese problema, quedando por solucionar cómo funcionaría ante un vídeo en alta resolución de la persona mirando “su contraseña”. El sistema debería tener un medidor biométrico que dé cuenta de la identidad de una persona tomando como referencia la información recogida en una primera calibración, que se realice en forma detallada.
Del estudio se desprende que el objeto a mirar no sería siempre el mismo y no existiría una contraseña concreta o señalar un número con la mirada, recorriendo un cursor que seleccione cada número. Lo que se entregaría al sistema, que todavía está en desarrollo, sería un simple recorrido entre dos o más puntos aleatorios para escanear y analizar las propiedades inviolables de cada forma particular de mirar. El futuro dirá en qué termina este importante aporte a la tecnología y a las contraseñas seguras.
Información de Neoteo. Resumen de Sophimanía