En la garganta de Olduvai, donde los trabajos de excavación ayudaron a confirmar que África fue la cuna de la humanidad, los científicos han encontrado ahora que el paisaje que alguna vez cambiaba muy rápidamente, podría haber sido clave en la evolución humana. Estos hallazgos sugieren que la evolución en los seres humanos puede estar muy estrechamente vinculada con el medio ambiente variable, porque estos cambios abruptos coincidieron con la aparición del hombre en el mundo, su establecimiento y primeras evidencias de uso de herramientas.

Para obtener más información acerca de las raíces de la humanidad, los científicos analizaron muestras de cera de hojas conservadas en sedimentos de los lagos del lugar, identificando las plantas que dominaban ese ambiente hace unos 2 millones de años. En este tiempo fue cuando el Homo Erectus, ancestro directo de los humanos modernos, comenzó a utilizar herramientas de piedra relativamente avanzadas, según la investigadora Katherine Freeman, de la Pennsylvania State University. Después de cuatro años de trabajo, los investigadores se centraron en los isótopos de carbono en las muestras, que pueden revelar qué plantas poblaron un área.

Los científicos habían pensado durante mucho tiempo que África pasó por un período de sequedad que aumentó gradualmente durante más de 3 millones de años, o que un gran cambio en el clima favoreció la expansión de los pastizales en todo el continente, que influyó en la evolución humana. Sin embargo, la nueva investigación reveló una "fuerte evidencia de dramáticos cambios en los ecosistemas a través de la sabana africana, en la que los paisajes de pastizales abiertos se convirtieron en bosques densos durante varios miles de años", según el investigador Clayton Magill, también de la citada universidad.

Los investigadores descubrieron que la Garganta de Olduvai cambió abruptamente y de manera rutinaria entre prados secos y bosques húmedos unas cinco o seis veces durante un período de 200,000 años. "Estoy sorprendida por la magnitud y el rápido ritmo de los cambios que hemos encontrado. Hubo una reestructuración completa del ecosistema de pastizal a bosque y viceversa, por lo menos sobre la base de nuestra manera de interpretar los datos. He trabajado en isótopos de carbono durante toda mi carrera, y nunca he visto nada como esto antes", aseguró Freeman.

Los investigadores también construyeron un registro muy detallado de la historia del agua en la Garganta de Olduvai mediante el análisis de proporciones de isótopos de hidrógeno en ceras vegetales y otros compuestos en sedimentos de lagos cercanos. "La investigación apunta a la importancia del agua en un paisaje árido como África", dijo Magill. "Las plantas están tan íntimamente ligadas al agua que si tienen escasez de ese elemento, por lo general conducen a la inseguridad alimentaria", añadió. El equipo también encontró relación entre los cambios en la Garganta de Olduvai y la temperatura superficial del mar en los trópicos.

Estos hallazgos arrojan nueva luz sobre el medio ambiente cambiante al que los ancestros de los humanos modernos podrían haber tenido que adaptarse a fin de sobrevivir y prosperar. "Los cambios en la disponibilidad y la forma de conseguir comida pueden activar mecanismos evolutivos para lidiar con ellos. El resultado puede ser el aumento de tamaño del cerebro y la cognición, cambios en la locomoción e incluso cambios sociales, como la forma de interactuar con los demás de una grupo", concluyó Magill. Los científicos detallaron sus hallazgos en dos artículos en la revista PNAS.

Información de Live Science. Traducción y edición de Sophimanía

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