Por lógica, cualquiera pensaría que la temperatura del Sol va en descenso a medida que nos alejamos de su superficie, que arde a más de 5,500º C, pero sucede todo lo contrario, el calor aumenta. Esto ha intrigado a los astrónomos durante décadas,  sin embargo ahora un equipo de investigadores estadounidenses cree haber encontrado la solución al misterio. Nuevas imágenes en alta resolución de la corona del Sol, algo así como su atmósfera exterior, muestran unas trenzas magnéticas gigantescas, que proporcionan la energía suficiente para calentar esta capa de gas ionizado. De manera la corona llega a temperaturas de casi 4 millones de grados centígrados.

Un cohete suborbital dotado de un potente telescopio (High-resolution Coronal Imager o Hi-C), lanzado en julio pasado, captó las imágenes. El dispositivo tiene una resolución de 0.2 segundos de arco, aproximadamente el tamaño de una moneda de diez centavos, visto desde 10 kilómetros de distancia. Fue así que los astrónomos notaron detalles de solo 160 km de tamaño, algo mínimo si consideramos que el diámetro del Sol es de 1'392,000 Km. Estas imágenes, publicadas en la revista Nature, revelaron un proceso denominado reconexión magnética.

Este es uno de los mecanismos que bombea energía a la corona, y la calienta a temperaturas de hasta 4 millones de grados centígrados cuando el Sol está más activo. "Es la primera vez que tenemos imágenes a una resolución lo suficientemente alta como para observar directamente la reconexión magnética. Podemos ver detalles de la corona cinco veces más precisos que con cualquier otro instrumento", comentó el astrónomo Leon Golub, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian.

Los campos magnéticos alimentan la actividad del Sol, incluidas las llamaradas solares y las erupciones de plasma, y su superficie es como una colección de imanes gigantes. Los campos magnéticos se asoman por cualquier punto y saltan a otro, así el plasma fluye a lo largo de estos campos, dibujando hilos brillantes. Las imágenes del Hi-C muestran campos magnéticos entrelazados como trenzas magnéticas, que liberan energía cuando se relajan y estiran. El Hi-C registró uno de esos eventos durante uno de sus recorridos.

"Nos fijamos en una de las regiones activas más grandes y complicadas que he visto en el Sol. Teníamos la esperanza de que íbamos a ver algo realmente nuevo, y no nos decepcionó", agregó Golub. En el futuro, los científicos esperan poder lanzar un satélite para observar el Sol con el mismo nivel de detalle de manera continua. "Hemos aprendido mucho en tan solo cinco minutos. Imaginen lo que podríamos aprender observando el Sol 24 horas, siete días a la semana con este telescopio", concluyó el astrónomo.

Información de ABC.es. Resumen de Sophimanía

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