Un estudio dirigido por el profesor Derk-Jan Dijk, director del Centro de Investigación del Sueño en la Universidad de Surrey, reveló que dormir muy poco durante la semana interrumpe el buen funcionamiento de ciertos genes que son esenciales para una adecuada salud, incluyendo los relacionados con el estrés y la lucha contra enfermedades.

Para llegar a esta conclusión, se estudió a personas que dormían menos de seis horas durante una semana. Encontraron que tuvieron cambios sustanciales en la actividad de más de 700 genes que regulan el sistema inmunológico, el metabolismo, el sueño y la respuesta del cuerpo al estrés. Esto sugiere que, a largo plazo, la falta de sueño puede tener un gran impacto.

"La sorpresa para nosotros fue que una diferencia relativamente modesta en la duración del sueño conduce a grandes cambios en el cuerpo", señaló Dijk. "Es un indicador de que la interrupción del sueño o su restricción tiene más consecuencias que simplemente sentirse cansado".

Usando sensores EEG (electroencefalograma), los científicos liderados por Dijk trabajaron con un grupo conformado por 14 hombres y 12 mujeres, todos sanos con de edades entre 23 y 31 años. Cada voluntario visitó el centro de investigación dos ocasiones distintas: la primera, pasó 10 horas durmiendo por una semana; la segunda, solo se le permitió dormir hasta 6 horas.

Los cambios en los genes que controlan el metabolismo pueden desencadenar o agravar enfermedad como la diabetes o la obesidad; mientras que la interrupción de otros genes, como los que regulan la respuesta inflamatoria del cuerpo, podrían tener un impacto en las enfermedades del corazón. También, las pruebas mostraron que se altera el reloj biológico del cuerpo; lo que sugiere que la falta de sueño puede desencadenar un círculo vicioso.

Aún falta comprobar cuánto tiempo toma a los genes volver a los niveles normales de actividad. Aunque decenas de genes fueron afectados por la falta de sueño, los científicos no pueden afirmar que estos cambios son inofensivos (consecuencia de una respuesta a corto plazo, mientras el cuerpo se adapta a la falta de sueño) o son potencialmente dañinos para la salud.

"Hay que tener cuidado de no generalizar estos hallazgos; sobre todo a las personas que duermen 6 horas y están satisfechos con esta cantidad de sueño", señaló Jim Horne, profesor de psicofisiología en el Centro del Sueño de la Universidad de Loughborough. "Además, el sueño puede adaptarse a algunos cambios; también, debe ser juzgado por su calidad, no sólo en su cantidad total".

Información de The Guardian. Versión, edición y traducción de Sophimania.

Artículo original y completo (en inglés) aquí.