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Atención: Geles y espumas de alcohol no eliminan bacteria hospitalaria que puede ser mortal

Publicado: 2013-04-08

Cada año, aproximadamente miles de pacientes que ingresaron por diversas dolencias a un hospital, terminan enfermando de diarreas graves (que incluso puede llegar a causar la muerte) debido una cepa de una bacteria formadora de esporas conocida como Clostridium difficile o C.diff, una cepa relativamente reciente que se ha vuelta más virulenta y resistente a los fármacos.

Esta bacteria sobrevive en barandillas, perillas de las puertas, durante varios meses, luego que enfermeros, doctores o cuidadores las tocan tras haber manejado materiales contaminados por los pacientes infectados. Los hospitales no están limpiando con los productos adecuados para eliminarla.

Las muertes por la nueva cepa de C. diff, llamada NAP1, están en aumento y los hospitales no toman medidas sencillas y de bajo costo para prevenir la infección. Una encuesta reciente de la Asociación de Profesionales en el Control de Infecciones y Epidemología (APIC, por sus sigles en inglés) que incluyó 1087 hospitales, reveló inadecuada la implementación de las estrategias de limpieza conocidas para prever infecciones nosocomiales por C. diff, como limpiar diariamente con lejía las superficies que son tocadas por muchas personas, lavarse las manos con agua y jabón, y limitar el uso de antibióticos.

Según la Agency for Healthcare Research and Quality, en el 2009 aumentaron a 336, 600 (de menos de 100, 000 en 1993), y con cerca del 9,1 por ciento de las estancias hospitalarias por esta bacteria terminando en la muerte. Además, C. diff es refractaria a muchos antibióticos; ya que, aunque algunos son eficaces, cuando el tratamiento se detiene, la enfermedad vuelve.

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Existen diferentes maneras de evitar infecciones por C. diff, que no involucran altos costos y cuya implementación podemos exigir en nuestros centros de salud.

Primero, tener una adecuada información acerca de cómo se propagan las infecciones intrahospitalarias. Según Jennie Mayfield, epidemióloga clínico en el Barnes - Jewish Hospital/Washington University School of Medicine, la falta de datos acerca de cómo se propaga C. diff es parte del problema. La bacteria de alguna manera escapa a los métodos de aislamiento y cultivo que han logrado avances en el descubrimiento de la expansión de otros patógenos hospitalarios comunes, tales como MRSA (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina) y VRE (Enterococcus resistente a la vancomicina). C diff es muy difícil de aislar, por lo que es casi imposible seguir su trayectoria a través de los hospitales.

Segundo, se requiere un adecuado lavado de manos con agua y jabón, sobretodo entre los pacientes enfermos. La encuesta, dice Mayfield, refleja el poco conocimiento que se tiene hasta en el lavado de manos. Geles y espumas de alcohol no eliminan las esporas por lo que son una defensa inadecuada contra la propagación de los gérmenes. Sólo el jabón y agua puede eliminarlas. "Si todo el mundo se lavara las manos como se supone que deben, no habría casi ninguna transmisión de estas cosas", explica Deverick Anderson, profesor asociado de medicina y director de la administración de antibióticos en la Universidad de Duke. Sin embargo, sólo el 77 por ciento de los encuestados tenía una política de promoción de jabón y agua en el lavado de las manos para prevenir la infección por C. diff, y sólo el 10 por ciento tenía políticas que requería a los pacientes enfermos que se laven las manos con agua y jabón.

Tercero, una adecuada limpieza con cloro de las instalaciones de los centros de salud. La encuesta también mostró una variación en la forma en que los hospitales limpian las habitaciones de los pacientes. Esporas de C. diff viven en las superficies como barandillas, pomos de las puertas, durante varios meses, y se colocan generalmente en las superficies por las manos sucias de los cuidadores que han manejado materiales contaminados por los pacientes infectados. Cuando los pacientes no infectados tocan estas superficies, sin saberlo, recogen las esporas y pueden ingerirlas, permitiendo que C. diff germine en el intestino, liberando las toxinas. El cloro es el único desinfectante que se conoce mata a las esporas de C. diff. Sin embargo, según la encuesta de APIC, sólo el 67 por ciento de los encuestados tiene una política firme de uso de cloro en la limpieza de las instalaciones.

Por último, prever y vigilar el uso adecuado de antibióticos en los hospitales. Reducir el uso erróneo de antibióticos "sigue siendo, para mí, la intervención clave para la disminución de C. diff", afirma Anderson. Una vez más, la encuesta APIC mostró una amplia variación en las prácticas. Los antibióticos han sido siempre asociados con las infecciones por C. diff. Pero mientras que la enfermedad solía ocurrir con mayor frecuencia en los pacientes que tomaban amoxicilina y clindamicina, esta nueva cepa se asocia con algunos de los antibióticos más comunes, como la ciprofloxacina y la levofloxacina. Sin embargo, sólo el 60 por ciento de los encuestados han instituido programas de custodia para evitar el uso excesivo de estos medicamentos.

A medida que le costo del tratamiento de los pacientes con infecciones por C. diff incrementa y la continúa alta la tasa de mortalidad, los funcionarios de salud están empezando a sonar las campanas de alarma. En enero de este año, los Centers for Medicare and Medicaid Services comenzaron a exigir que los hospitales reporten los eventos de infección por C. diff con el fin de recibir el reembolso de la atención (una infección por C. diff eleva el costo de atención en unos US$ 2400 por paciente). Además, nuevas tecnologías como el peróxido de hidrógeno vaporizado y la luz ultravioleta están siendo probadas para ver si hacen un mejor trabajo en la erradicación de la bacteria en comparación con las prácticas habituales de limpieza.

La situación que se vive en EE.UU. sobre las infecciones intrahospitalarias, sobre todo de C. diff, deberían llamarnos la atención acerca de cómo se están tratando en Perú u otras partes del mundo; y si se están llevando a cabo medidas tan sencillas como las expuestas anteriormente. Queda para nosotros, la responsabilidad de exigir que las autoridades nos aseguren que se está llevando a cabo o se comprometan a ponerlas en práctica en el menor tiempo posible.

Información de Scientific American. Versión, edición y traducción de Sophimanía.

Artículo original y completo (en inglés) aquí.


Escrito por

Sophimania.pe

Del griego Sophia: Sabiduría. Sophimanía es esa 'manía'. esa 'enfermedad' tan humana por saber, descubrir, entender, construir, explorar.


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Sophimanía

Del griego Sophia: Sabiduría. Sophimanía es esa 'manía'. esa 'enfermedad' tan humana por saber, descubrir, entender, construir, explorar.