La agencia espacial rusa lanzó al espacio una auténtica "Arca de Noé" con más de cien animales a bordo entre caracoles, lagartijas, ratones y otros pequeños reptiles.

Todas estas especies elegidas guardan similitudes inmunológicas, biológicas o estructurales con el ser humano; y fueron puestas a bordo de un cohete Soyuz 2.1a el último 19 de abril desde el cosmódromo de Baikonur. Su objetivo es comprender mejor los efectos de los viajes espaciales sobre los organismos vivos.

La nave de la misión Bion-M se encontrará en órbita hasta mediados del mes de mayo. Los científicos quieren comprobar el grado de resistencia de los animales a las condiciones de ingravidez, así como su proceso de re-adaptación a la vida y las condiciones de nuestro planeta.

La idea es ser capaces de desarrollar medidas eficaces contra los efectos negativos que los vuelos tripulados (especialmente los de larga duración) pueden ejercer sobre los organismos; tanto desde el punto de vista mecánico como farmacológico o nutricional.

Mientras la nave se encuentra en órbita, se llevarán a cabo más 80 experimentos científicos proporcionados por varios institutos de la propia Rusia, como también la NASA y distintos organismos europeos.

Durante las próximas semanas, por ejemplo, se llevarán a cabo estudios sobre densidad ósea, músculos y sistemas cardiovasculares de los 45 ratones a bordo, así como diversos test de resistencia psicológica.

Asimismo, se examinará la forma en que los peces de un acuario reaccionan a las condiciones espaciales durante un viaje prolongado, así como su re-adaptación a las condiciones terrestres una vez terminada la misión.

Esta misión es coherente con las misiones espaciales con animales emprendidas por la Unión Soviética desde los años sesenta.

Información de ABC. Versión y edición de Sophimanía.

Artículo original y completo (en español) aquí.