Kimberly Bliss y su esposa, Kim Ridgway, han estado viendo maneras de surgir nuevamente. Ellas perdieron sus trabajos cuando su jefe vendió un negocio de venta de carne al por mayor durante la recesión. Dos años y medio más tarde, Ridgway no ha podido encontrar un trabajo estable, mientas que Bliss trabaja a tiempo parcial.

“Ambas tenemos más de 50 y somos mujeres”, Dice Bliss. “Es difícil para nosotras conseguir empleo en esta economía. No tenemos nada que esperar en el futuro”.

Pero la legislación de la marihuana ha cambiado eso. Ahora Bliss y Ridgway planean abrir una tienda de cannabis en el centro Olympia en Washington, con un capital de ahorros de 20,000 dólares. Están entre los varios residentes de Washington que buscan ganar con el nuevo mercado legal y potencialmente lucrativo de la marihuana, el cual, esperan, les dará un nuevo inicio, la creación de trabajos, y un impulso a la mermada economía de Washington.

“Voy a trabajar por mi sueño americano, y eso es abrir una tienda minorista de marihuana”, dice Ridgway. “Será un gran alivio económico. Y tenemos amigos que están luchando, y esto los pondrá a trabajar”.

El grupo diverso de potenciales empresarios de marihuana, va desde los novatos en el negocio como Bliss y Ridgway, hasta los experimentados vendedores en el mercado negro.

Los funcionarios del estado no están seguros de cuántos ingresos traerá la marihuana porque el mercado nunca ha estado regulado antes. Pero expertos predicen que la industria podría alcanzar los 2,000 millones de dólares en un periodo de 5 años.

Y eso no incluye los mercados secundarios que la venta legal podría potenciar, como el turismo, agricultura y la industria de comidas. Las ventas inician el próximo año, después que la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas de Washington (WSLCB por sus siglas en inglés) dicte las normas y regulaciones para los productores, procesadores y vendedores, una tarea nunca antes realizada en el mundo.

Por supuesto varios negocios en Washington actúan por lo bajo, sobre todo dispensarías médicas que han estado vendiendo cannabis durante años. “Es hora de regular esto y conseguir ingresos de este  producto para el bien del estado”, dicen Brian Smith, vocero de WSLCB.

Dispensarías médicas han florecido en el oeste de Washington desde hace años, aunque no se sabe cuántos ingresos perciben ya que hasta diciembre el uso de la marihuana era ilegal en el estado de Washington y aún es ilegal bajo la ley federal. Las dispensarías no pueden abrir cuentan bancarias y probablemente no pagan impuestos.

A pesar de  eso, al menos 60 establecimientos de venta de marihuana medicinal han abierto en Seattle. The Joint en Seattle es una de ellas. “Nosotros patrocinamos una pequeña liga de fútbol”, dice Shy Sadis, gerente de The Joint. “Apoyamos al Departamento de Policía de Seattle, a los Mariners (equipo de baseball), a los bomberos, e incluso hacemos una colecta de juguetes todos los años”.

Con un cuarto de espera y staff profesional, la compañía está lista para expandirse a ventas recreativas una vez que Sadis pueda aplicar para una licencia de negocios. Muchas otras dispensarías están por hacer lo mismo. “Seattle será una Meca para el cannabis. Y estoy feliz y orgulloso de ser parte de esto. Queremos pagar nuestros impuestos, queremos hacer las cosas correctas”, dice Sadis.

Muchos empresarios de marihuana tienen  miedo de que la grandes compañías vencerán a las pequeñas antes de que tengan la oportunidad de desarrollarse. Sin embargo, ninguna corporación grande ha invertido directamente en el mercado y es improbable que lo hagan hasta que el gobierno federal decida si tomará acción contra Washington por contravenir la ley federal.

En marzo, el Fiscal General Eric Holder, dijo que la administración de Obama aún estaba considerando una respuesta federal a las nuevas leyes de marihuana del estado. Esa respuesta es una preocupación para las personas que están buscando entrar en el mercado de la marihuana. Su inversión y esfuerzos podrían perderse si el gobierno federal anula el uso legal de marihuana en el estado. “Hay riesgos y desafíos para cualquiera cuando inicia un nuevo negocio. Este es un riesgo un poco mayor…Estoy seguro que la prisión federal no es divertida. Pero si lo hacemos correctamente, tal vez podemos abrir los ojos”, dice Bliss.

Información de BBC News. Versión, edición y traducción de Sophimanía.

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