En Madrid (España) se han hallado los huesos de pene de oso más antiguos descubiertos hasta ahora. El hallazgo lo ha logrado un equipo español que excavaba una caverna subterránea donde hace millones de años quedaron atrapados animales vertebrados como tigres dientes de sable. La caverna forma ahora parte del conjunto de yacimientos paleontológicos llamado Cerro de Batallones (Madrid). 

"En principio son los más antiguos de oso de todo el mundo", explica Juan Abella, investigador y principal autor de un artículo publicado en la revista PLOS ONE , que ofrece pistas sobre el comportamiento sexual de estos animales prehistóricos. "Se han encontrado báculos de osos de las cavernas de la última edad de hielo, pero son relativamente recientes, del último millón de años, y éstos tienen 9 millones de años", dice Abella.

En total se encontraron cinco báculos o huesos de pene, de 24 centímetros cada uno, tamaño que supera al de los osos actuales. Dichos restos estaban a poca distancia de otros fósiles de la misma especie -conocida como 'Indarctos arctoides'(grupo extinto de mamíferos)-, tales como un cráneo, una mandíbula, vértebras y huesos largos.

El descubrimiento permite tener un mayor conocimiento sobre el comportamiento sexual de estos animales, que tenían un peso promedio de 265 kilos en el caso de los machos y 140 kilos en el de las hembras. Tomando en cuenta que ese hueso que se encontraba dentro del pene funcionaba como soporte físico durante el apareamiento, el estudio deduce que ese tamaño habría aumentado el tiempo de copulación y por lo tanto la posibilidad de que hubiera fecundación. "Todas son inferencias a partir de otros trabajos científicos: si en los animales actuales se ha comprobado que longitudes de báculos más largos influyen en cópulas más largas, es porque está detallado en artículos", indica el investigador español. 

Los investigadores resaltan la importancia del hallazgo ya que es muy complicado que, dada su estructura, los báculos se fosilicen por completo. "Lo más fácil de encontrar en un yacimiento convencional son los dientes que son los elementos esqueléticos más duros. Ya encontrar una mandíbula es difícil, encontrar un cráneo todavía más porque está hueco y luego tenemos el báculo del pene, que es un hueso alargado, bastante estrecho y parecido a una costilla", dice Abella.

"La zona donde se encuentra el conjunto de yacimientos estaba compuesta por un sistema de cuevas subterráneas en las que quedaron atrapados numerosos vertebrados, principalmente carnívoros. Con el paso del tiempo, estas cavidades se fueron llenando de sedimentos y se formaron sobre ellas pequeños lagos y charcas fangosas que funcionaron como trampas para grandes herbívoros, como mastodontes, jiráfidos y rinocerontes”. Explica el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director de la excavación, Jorge Morales.

Editado y redactado por Paul Moreno para Sophimanía.

Fuente: El Mundo