El lenguaje es un rasgo que nos caracteriza, nos permite entender otros fenómenos y manifestaciones de humanidad construidas con esta capacidad especial de diseñar ideas, poder transmitirlas mediante la comunicación o realizar acciones con palabras.

Uno de los principales intereses de la ciencia ha sido identificar los rasgos principales que caracterizan esta capacidad mediante diversos estudios (sintácticos, fonéticos o prágmáticos) de las manifestaciones lingüísticas. Uno de los aspectos universales del lenguaje es el de la espera de turnos en el diálogo.

En las especies más cercanas a nosotros como los grandes simios no se ha encontrado el empleo del cambio de turno conversacional, pero sí se ha hallado en otra especie un tanto más lejana, los monos titíes.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Princeton ha observado justamente que los monos titíes respetan el turno de palabra en sus comunicaciones, que son en cierto grado parecidas a las humanas. “Los monos titíes se respetan y usan reglas similares a las que utilizamos las personas durante las conversaciones”, explica Asif Ghazanfar, miembro del grupo de investigadores.

Los científicos eligieron estudiar a los monos titíes porque presentan dos características que potencian la comunicación, tal como sucede en el caso de los humanos. Por un lado, son una especie muy sociable y amistosa, mucho más que los chimpancés, todos los miembros de la manada comparten el cuidado de los pequeños. Por otro lado, sus miembros se comunican a través de sonidos vocálicos. 

En el estudio, publicado en la revista Current Biology, se muestra el método de investigación. Se colocaron a los monos titíes en diferentes ubicaciones dentro de un mismo espacio de manera que pudieran comunicarse sin verse pero pudiendo oírse. Luego de analizar los intercambios registrados, observaron que, tras la respuesta de uno, el otro ejemplar esperaba unos cinco segundos para responder. 

La tesis de la investigación sostiene que las condiciones para el progreso y desarrollo de las capacidades comunicativas de ambas especies -humanos y titíes- son paralelas y han permitido estructurar resultados parecidos, como la capacidad de comunicación vocal sin utilizar gestos o la espera para el cambio de turno en la comunicación.

Redacción de Héctor Cárdenas para Sophimanía.

Fuente: El Mundo