Según un estudio publicado en Nature Chemistry, la vida habría comenzado en el hielo, basándose en ARN auto-replicante, y no en ADN. Investigadores del Laboratorio de Biología Molecular en Cambridge, han creado una enzima de ARN capaz de copiar secuencias de Ácido ribonucleico de hasta 96 nucléotidos de longitud.

Al igual que el ADN, el ARN puede almacenar material genético, pero también puede catalizar reacciones químicas. Esta es la razón por la que muchos científicos creen que fue la base del inicio de la vida. Si este fuera el caso, aquellos primeros organismos debieron tener una enzima creada a partir del ARN para poder replicar su información genética.

Para encontrar una enzima como la descrita, Philipp Holliger y su equipo han creado bibliotecas de secuencias de ARN. En 2011, pudieron crear una enzima que podía copiar secuencias de ARN; la cual, trabaja mejor en el frío.

Sin embargo, la enzima aún no puede copiarse a sí misma. La barrera principal parece ser su estructura plegada que le permite copiar otros ARN. Las enzimas que copian el ADN tienen un problema similar, por lo que utilizan herramientas para descomprimirse. Holliger y su equipo esperan agregar esta función a su enzima.

De todas maneras, esta hipótesis aún tiene algunos puntos débiles. Según Jack Szostak de la Escuela Médica de Harvard, a bajas temperaturas las cadenas de ARN se pegan entre sí, por lo que los organismos primitivos tendrían que encontrar una forma de calentarse para separar sus hebras. También señala que la enzima sólo ocasionalmente produce largas hebras de ARN.

Traducción y edición de Ernesto Cabral para Sophimanía. Fuente: NewScientist