Luego de una larga disputa, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.) ha anunciado que dejará sin efecto la aprobación de tres de los cuatro medicamentos que contienen arsénico y que se han venido utilizando en la alimentación de animales de granja. Estudios llevados a cabo por las empresas Zoetis y Fleming Laboratorios, mostraron que los niveles de arsénico en el pollo excedían las cantidades que se producen naturalmente. 

Los compuestos roxarsona, carbarsona y ácido arsanílico han sido utilizados en más de cien fármacos que se agregan a la comida de los pollos, pavos y cerdos para prevenir enfermedades, aumentar la eficiencia de la alimentación y promover el crecimiento. El Centro para la Seguridad Alimentaria, junto con varios otros grupos de sensibilización, presentó una petición hace casi cuatro años para que se prohíba el uso de estas drogas en alimentos para animales.

Aunque el arsénico utilizado en la alimentación de animales no es cancerígeno en sí mismo, después de haber sido consumido adquiere esta condición. Lo más preocupante es que el año pasado, Consumer Reports encontró niveles de arsénico en el arroz y carne que se come en los EEUU. Las heces de aves de corral son ampliamente utilizados como fertilizante para una variedad de cultivos; lo cual hace que el arsénico pase de estos animales a nosotros.

La Nitarsona es el último de los cuatro tipos de medicamentos que aún se mantendrán en el mercado para seguir siendo alimento, ya que es el único tratamiento conocido que para la histomoniasis, una enfermedad que puede matar a los pavos. La Administración de Alimentos y Medicamentos continuará estudiando los efectos de este compuesto.

Traducción y Edición de Ernesto Cabral para Sophimanía. Fuente: The New York Times, Bloomberg