Una leve estimulación eléctrica en un área específica del cerebro podría ser un tratamiento eficaz para algunos pacientes con trastornos alimentarios como la bulimia, según afirma un estudio presentado el último martes en la reunión anual de la Sociedad para la Neurociencia. 

Después de que una mujer de 42 años de edad recibiera una estimulación eléctrica denominada TMS (estimulación magnética transcraneal) como tratamiento para la depresión, mostró una recuperación inesperada luego de 20 años de batalla contra la bulimia. Esto impulsó a los médicos liderados por Jonathan Downar, de la Universidad de Toronto, a realizar un estudio piloto para ver si el tratamiento también podría funcionar en otros pacientes con trastorno de alimentación.

La TMS es una técnica relativamente nueva e implica colocar una gran bobina electromagnética sobre el cráneo del paciente, cambiando de esta manera la actividad de una región específica del cerebro mediante la inducción de corrientes eléctricas. Aunque el cambio es temporal y reversible, los médicos pueden crear cambios duraderos en la actividad neuronal.

En el estudio piloto, desaparecieron casi completamente los síntomas de seis pacientes sobre un total de veinte. En otros cuatro pacientes, los síntomas mejoraron en más de un cincuenta por ciento. Sólo 8 pacientes vieron pocas mejoras, y dos empeoraron. Aunque se necesita una investigación mayor, Downar se siente optimista acerca del uso de TMS para tratar trastornos de alimentación.

Los científicos encontraron que las personas que respondieron mejor al tratamiento tienen una menor conectividad entre el lóbulo frontal y el conjunto de áreas del cerebro que están vinculados a las recompensas y a los antojos. Por el contrario, las personas que no fueron ayudados por el tratamiento, tienen una mayor conectividad en éstas áreas. Esto sugiere que los médicos pueden ser capaces de identificar qué pacientes responderán adecuadamente al tratamiento.

Traducción y Edición de Ernesto Cabral para Sophimanía. Fuente: LiveScience